Un femme se voit dans un mirroir comme un chien chow chow

Un chow chow en el espejo (o por qué los músculos nos abandonan)

Una mañana mi espejo se asustó al verme salir de la ducha. Al acercarme a él descubrí por qué: me había convertido en un lindo perro chow chow, bien regordete, mofletudo y muy blandito.