¿Francia o España? ¿Dónde se vive mejor? ¿Merece la pena cruzar los Pirineos para buscarse la vida en tierras francesas? ¿O es verdad que como España no hay nada?
Hace 26 años seguí al que hoy es mi marido hasta Francia, donde vivimos desde entonces. Queríamos quedarnos uno o dos años y, al final, nos quedamos. Aquí nacieron y se han educado nuestros tres hijos, mientras el resto de la familia seguía en España. ¿Nos hemos arrepentido? ¿Lo volveríamos a hacer? Francia o España. ¿Dónde se vive mejor? Hoy os lo contamos todo.
TRABAJO – Francia gana la partida
Yo creo que todo depende de lo que busques en la vida. Si lo que buscas es un buen sueldo y buenas condiciones laborales, me parece que Francia ofrece mucho más.
El Salario Mínimo Interprofesional en Francia es de 1766 euros brutos (1921 dólares) sobre una base de 12 pagas por año, teniendo en cuenta que no se trabajan ni 45 ni 40 horas, sino 35 horas por semana.
En España, el Salario Mínimo Interprofesional, es de 1323 euros brutos (1439 dólares), si lo prorrateas en 12 pagas, y se trabajan 40 horas por semana.
Es decir, en Francia se gana más y se trabaja menos.

Más paro en España
Además, en España, hay mucho más paro. En Francia, la tasa de desempleo es del 7,4 %, mientras que en España es superior al 11 %.
En Francia hay bastante demanda de trabajadores en la industria y el sector servicios. Por ejemplo, necesitan mucha gente en los hoteles, restaurantes y también para atender a personas mayores. También faltan enfermeras y hay una gran demanda médicos en las zonas rurales del país, porque los médicos franceses prefieren trabajar en las grandes ciudades donde ganan más dinero.
No obstante, las diferencias de sueldos entre los dos países -que cuando nosotros llegamos eran muy grandes- poco a poco se están reduciendo.
Este es un gráfico de los salarios mínimos según Eurostat. Francia tiene el sexto mejor salario de la zona euro. España está justo detrás. En cualquier caso, ambos países están por encima del mínimo de referencia en Estados Unidos, que es de 1137 euros brutos mensuales. (1237 dólares).

ALEGRÍA DE VIVIR – Los españoles saben disfrutar
Pero el trabajo no lo es todo. La forma de afrontar la vida es muy distinta. Por lo general, porque siempre hay excepciones, en España la gente es más abierta, más divertida y sabe disfrutar de la vida. Sólo hay que ver los bares y las terrazas, que están siempre llenas. Y en las calles se oye hablar y reír a carcajadas.
Los franceses son famosos por su enfado permanente, por «raler», es decir, por quejarse por todo y por nada. Son mucho más serios en asuntos como el civismo, los derechos laborales o la política. Una forma de vivir y entender la vida que, a menudo, les mata la alegría.
La cerveza a 6 euros es posible que no ayude a levantar el ánimo de la población. Salir a comer también es más caro. En España te pueden tomar unas tapitas o unos pinchos por muy poco. En Francia, ¡la cuenta puede subir muy rápido!
ESTADO DE BIENESTAR – Francia, un sistema social protector y generoso
Pero como decía al principio, todo es una cuestión de perspectiva y de prioridades en la vida. A mí lo que más me sorprendió de Francia fue, cuando nacieron nuestros hijos y nos dimos cuenta de todas las ayudas sociales que había.
Por ejemplo, a partir del segundo hijo, todas las familias reciben una paga mensual, independientemente de sus ingresos. Sí, como lo oyes, da igual que ganes mucho o poco, seas rico o pobre. Eso sí, tienes que estar en situación regular.
Por dos hijos en Francia recibes 148 euros (161 dólares) al mes en ayudas y por tres, 338 euros (367 dólares). Y 190 euros (206 dólares) más por cada hijo adicional.

Cuando viene al mundo tu bebé, te dan algo más de 1000 euros de prima de nacimiento. Yo pude quedarme varios meses en casa cuando nacieron mis hijos porque mi empresa tenía la obligación de conservar mi puesto de trabajo y el Estado me daba, además de las ayudas, una pequeña paga mensual.
El sistema de protección social en Francia es espectacular: ingreso mínimo vital, ayudas para el alquiler de vivienda, ayudas cuando los niños empiezan el curso… Por supuesto que en España también hay ayudas, pero son bastante más limitadas.
CRISPACIÓN SOCIAL – Francia o la población enfadada
Pese a todas las ventajas, los franceses parece que están muy enfadados con ese Estado protector y hay protestas continuamente.
El problema es que el país está muy endeudado por lo que el Gobierno está pisando el freno en los gastos sociales. Se cortan los subsidios del paro, se ha retrasado la edad de jubilación (de 62 a 64 años, por lo que aún así los franceses siguen jubilándose antes que en España). Todo eso está exacerbando el malestar social de los franceses, que adoran su Estado de Bienestar y se aferran a sus ‘logros sociales’.

EDUCACIÓN – Pública, gratuita, pero con problemas en ambos países
Una de las razones principales por las que nos quedamos en Francia fue la educación de nuestros hijos. Nunca hemos pagado por un manual escolar porque son totalmente gratuitos. Te los presta el colegio y los devuelves a finales de año. La universidad también es baratísima. La matrícula de primer año de nuestro hijo nos ha costado apenas 300 euros.
No obstante, cabe señalar que en España la educación también es gratuita y la universidad pública es bastante económica. En la Complutense de Madrid, la matrícula del mismo grado que nuestro hijo cuesta unos 800 euros.
Por lo que se refiere a la calidad de la educación, es difícil saber en qué país es mejor. Según el informe PISA, en España la calidad de la educación depende, sobre todo, de la comunidad autónoma en la que vivas. En Francia, las diferencias van por barrios. Hay zonas deprimidas (lo que aquí llaman cités) donde la educación pública está fracasando estrepitosamente.
A nivel personal, cabe precisar que nuestra experiencia con los colegios franceses ha sido excelente.
PRECIOS – Francia, un país muy caro
Hay más trabajo, los sueldos son más altos y hay ayudas sociales, pero, al mismo tiempo, en Francia todo es muchísimo más caro. Ganas más dinero, pero cuando vas al supermercado, se te cae el alma a los pies. Las frutas, las verduras, la carne, el pescado son, en algunos casos, hasta un 30 % más caros.
¿Y las autopistas? Aquí todas son de pago. Te cuesta un ojo de la cara cruzar Francia, mientras que puedes recorrer España casi de punta a punta por autovías gratuitas.

SISTEMA SANITARIO – Francia, un sistema mixto público-privado efectivo siempre que tengas una mutua
Por lo que se refiere a la sanidad, los dos países, Francia y España, pueden presumir de tener sanidad gratuita y universal, aunque también hay diferencias importantes.
En Francia, el sistema es una mezcla de público y privado. Vas al médico o al especialista que te apetece y luego la sanidad pública paga la factura. Eso está muy bien. Haces un análisis o una prueba médica por la mañana y por la tarde, tienes los resultados.

En España, la sanidad y los hospitales públicos también tienen fama de ser muy buenos. Sin embargo, para ver a un especialista o para operarte, a veces tienes que esperar meses.
En Francia el único problema es que la sanidad pública no te devuelve todo lo que pagas y necesitas tener una mutua que te reembolse el resto. Si trabajas, la mutua la paga la empresa. Pero si no trabajas, la tienes que pagar tú ¡y es bastante cara!
IDIOMA – El francés, un problema y una oportunidad, pues te abre las puertas de Suiza, Bélgica y Luxemburgo
Hay que tener en cuenta algo más: el idioma. Para trabajar en Francia es imprescindible el francés. La gente apenas habla inglés y, aún menos, español.
En ese sentido puede ser un impedimento, pero hablar francés también te abre las puertas de otros países vecinos con salarios aún más elevados, como Suiza, Bélgica o Luxemburgo.
En resumen
Tal vez hemos simplificado demasiado las cosas y seguro que nos hemos dejado muchos temas en el tintero, pero hemos tratado de poner el acento en las cuestiones que nos parecían más interesantes.
Amamos a España, pero también hemos aprendido a querer a Francia. Cuando llegamos a Francia nos sorprendió el nivel de protección social y laboral, su fortaleza económica, su influencia internacional… En los últimos años se ha degradado un poco, pero sigue siendo un buen país para vivir y trabajar.
¿Son ‘chauvinistas’ los franceses, como se suele decir? Muchísimo. Pero los españoles deberíamos aprender a presumir, como hacen ellos, de todo lo bueno que tenemos, que es mucho. Comida, cultura, gente fabulosa y, sobre todo, coraje, imaginación y creatividad. Eso sí, eso no tiene que impedirnos ver que, más allá de las fronteras españolas, también crece la hierba y hay otros países en los que se vive muy bien.
Nuestros hijos, por lo pronto, no quieren quedarse ni en Francia ni en España. Lo que aspiran es a conocer mundo. En cuanto a nosotros, ¿nos arrepentimos de habernos quedado? No, pero es cierto que tenemos muchos amigos que han regresado a España. Además, ahora Francia está cambiando mucho y eso nos asusta.
Y nosotros, ¿volveremos un día? No sé, pero de vacaciones, seguro.
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